miércoles, 26 de septiembre de 2018

La tradición clásica Grecolatina


Las literaturas grecolatinas forman parte de la cultura occidental desde la Edad Media hasta nuestros días. No se puede concebir el panorama literario actual ni la historia del mismo sin tener presentes las obras gestadas en la Antigüedad. De ellas en su origen y de sus continuas lecturas se nutre gran parte del ideario colectivo literario. Los clásicos, como reconocía Calvino, son «libros que ejercen una influencia particular ya sea cuando se imponen por inolvidables, ya sea cuando se esconden en los pliegues de la memoria mitetizándose con el inconsciente colectivo e individual.
Eliot reconoce la importancia de la permanencia de la tradición, y llega a aseverar –siguiendo los preceptos de las poéticas clásicas– que es una de las características que debe poseer el poeta:
Ningún poeta, ningún artista, posee la totalidad de su propio significado. Su significado, su apreciación, es la apreciación de su relación con los poetas y artistas muertos. No se le puede valorar por sí sólo; se le debe ubicar, con fines de contraste y comparación, entre los muertos, y esto lo propongo como un principio de crítica no meramente histórica, sino estética. 
Aunque durante la Edad Media se practicó, en rigor, una intensa y, a su modo, creativa imitación del legado grecolatino, es en los siglo XVI y XVII cuando esta imitatio se produce desde la profunda conciencia de salto, de ruptura y recuperación. Esto se produce en gran medida por la valoración negativa, en cierta manera prejuiciada, que el Humanismo tiene de los “siglos oscuros” medievales (con todo, puede verse ya una marcada conciencia de salto cultural en la afirmación que Juan de Salisbury atribuye a Bernardo de Chartres: quasi nanos, gigantium humeris insidentes). Desde el Renacimiento la literatura latina fue concebida como modelo a seguir o imitar.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario